Hoy veremos un tema bastante famoso pero que siempre surge en cualquier charla, post o vídeo de internet. Tras visualizar un vídeo corto en TED sobre los libros físicos, me dije a mí mismo: tengo que hacer una publicación sobre la eterna batalla de los libros físicos y digitales.
Y aquí estamos para analizar las ventajas y desventajas que tiene cada uno y arrojar más luz al tema (si es que se puede decir algo nuevo sobre él). Primero os dejo con el vídeo que inspiró esta publicación y después pasamos a la cuestión que nos interesa hoy.
LIBROS FÍSICOS
Podría ser una desventaja pero también es una ventaja que la sabiduría de una persona (o una parte de ella) se almacene en un recipiente como es un libro y este pueda ocupar un espacio en la estantería de una biblioteca y con ello, hacer al autor inmortal. Es como almacenar mentes en vez de simples objetos. Es como si cada vez que abres el libro tienes una conversación con el autor. Algunos dicen que sienten más relación humana con un libro físico que con uno digital ya que la gente quiere la experiencia de coger el libro, sostenerlo con una o dos manos, pasar las páginas, marcar el progreso con post its, marcapáginas, les gusta subrayarlos, pintarlos… Algo que con un libro digital no se puede ¿o sí? Eso lo veremos en el siguiente apartado.
Después está el olor de un libro. Tinta fresca impresa en papel o el perfume de un libro viejo. Esas sensaciones no las tienes en ningún otro lugar y es algo que forma parte de la lectura o el fetichismo de la lectura.
El libro no se puede apagar o borrar y nadie te puede interrumpir con una notificación. Es algo que llevas contigo, que ocupa un espacio en tu bolso. Eres consciente que llevas una historia contigo como si fuese un amigo que te acompaña a todas partes y está dispuesto a contarte algo cuando lo abres.
Los libros físicos además cogen más valor cuanto más tiempo tienen y están hechos para vivir para siempre (salvo que los quemen). Al coger un libro de hace años o incluso un siglo, es como si conectases con todos aquellos que lo han leído, con su época, su tiempo, su contexto. Es una experiencia sensorial además del contenido que te pueda ofrecer.
Como otro punto a favor y es bastante obvio, los libros no tienen batería por lo que puedes estar leyendo el tiempo que tú quieras. Además el hecho de ser físicos los hace coleccionables a diferencia de los ebooks que permanecen en estanterías virtuales de lo más caóticas y desordenadas. Te da la sensación de no tener nada y a la vez tenerlo todo ¡ay de lo digital!
LIBROS DIGITALES O EBOOKS
Al igual que cuando llegó la imprenta, se democratizaron en parte los libros (aunque esto tardó varios siglos en ocurrir del todo), con el libro digital se ha democratizado aún más la lectura. Porque hablamos del concepto de la lectura, de aprender, de entretenerse, de poder consumir un libro estemos en la punta del mundo que estemos sin tener que depender de una librería física o que nos envíen un libro desde la otra punta del mundo.
Cuando hablamos de ebooks hablamos de la inmediatez, del aquí y ahora y de unos precios más que competentes. Las editoriales son las que ponen unos precios absurdos a los ebooks (porque les interesa que la gente solo compre libros físicos) pero realmente lo que cuestan son 4, 5 o 6 euros. Incluso hay obras (sobre todo ensayos) que pueden valer ¡2 euros! Y encima los costes que tiene un libro electrónico para el autor son mínimos. Por eso también con ello se democratiza la publicación.
Además, como gran punto a favor, si no sabemos una palabra basta pulsarla sobre la pantalla para que nos aparezca la definición o la traducción. Se acabó el perder el tiempo cogiendo un diccionario o un libro de lengua española (o la que sea que usemos).
¿Pero es todo tan perfecto? No. Porque el libro electrónico comparte en muchos casos, lugar con otras distracciones que hay en el móvil o tablet. Los que lean en dispositivos solo de lectura, genial, pero el resto de mortales sabemos que hay que ser un lector fiel y centrado para no distraerte con cualquier otra cosa. Como en todo, es acostumbrarse y llega el momento en que cuando coges tu teléfono, lo primero que haces es abrir Amazon Kindle o Play Books para continuar leyendo tu libro o libros pendientes.
El lector de ebooks es un lector que quiere información directa, creo que se inclina más hacia el ensayo que a la ficción, pero también puede ser un lector de novela, por qué no. Eso sí, si una novela te gusta mucho seguramente luego quieras tenerla en físico porque querrás tener la experiencia completa (sobre todo si la edición física es de lo más golosa y bella).
Y en lo digital también existe eso de pasar página y el efecto de pasar página. Y también se puede subrayar, por supuesto, ver los subrayados populares y marcar las páginas. Claro que no es como lo físico pero se puede hacer, así como también aumentar el tamaño de la letra, leer en modo noche, cambiar la tipografía, etc. ¡Incluso podemos leer con la luz apagada sin necesidad de una lamparita o una luz auxiliar incómoda que moleste a nuestra pareja!
Y en cuanto al lugar que ocupan los libros físicos, eso sí que es un problema si no tienes mucho espacio en casa o si te apetece consultar algo de forma inmediata. En tu teléfono o tablet puedes almacenar cantidad de libros y leerlos siempre que quieras. Y seamos sinceros, puedes leer en cualquier parte y de forma cómoda (incluso en el baño de la oficina). Un libro físico está como reservado para aquellos momentos de lujo cuando estamos en calma, sentados en nuestro sofá favorito. Reconozcamos que en el transporte público no es demasiado cómodo sujetar un libro de 500 páginas mientras nos codeamos con el resto de personas que van de aquí para allá.
¿Entonces qué? ¿Libros físicos y digitales?
Tras todos estos datos ¿con cuál nos quedamos? Pues con los dos. Cada uno aporta algo distinto y positivo aunque lo más importante en realidad es el contenido. Pero no podemos olvidar la experiencia. Al fin y al cabo todo es consumir historias, consejos, biografías y mucho más. Pero nada es tan simple como parece y tenemos que quedarnos con que las nuevas tecnologías nos hacen la vida más fácil y nos permiten leer mucho más y en cualquier parte (y a precios para todo el mundo).
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